La seda es uno de los textiles más antiguos conocidos por el hombre, y su nombre sugiere un atractivo rico y majestuoso. Es la tela más lujosa disponible y sus muchas propiedades la convierten en una opción popular para prendas de vestir y arte.

Se forma un hilo de seda cargándolo en el carrete, donde se une automáticamente a otro hilo y se retuerce en una cuerda continua. El material gomoso aglutinante llamado sericina ayuda a que se mantenga unido.
Este proceso se repite hasta lograr la longitud deseada de hebras de seda. Después de esto, los hilos se envían a una fábrica de tejidos donde se tejen en telas como prendas y ropa de cama.
La seda cruda es la forma más natural de seda que se puede tejer en varios tipos de telas y prendas. Es un tejido suave y lustroso que tiene una textura ligeramente nudosa. Es una opción popular entre diseñadores y amantes de la moda debido a su carácter único y su aspecto rústico.
También es una opción popular para prendas informales porque es suave y transpirable, tiene una buena caída (especialmente después del lavado) y tiene una apariencia elegante con un brillo sutil. También se utiliza como forro para muchas prendas de vestir y tiene excelentes propiedades antibacterianas.