vestidos de seda son atemporales, elegantes y con estilo sin esfuerzo. Son un elemento básico del armario que funcionan en todas las estaciones y se ven geniales solos o con algunas capas y accesorios.
El mejor momento para usar un vestido de seda es durante el verano porque está hecho para el calor. Son ligeros y transpirables, por lo que no atraparán el calor ni te harán sudar.
Hay algunos tipos diferentes de seda para elegir, que incluyen gasa, organza y satén. Cada tipo tiene propiedades únicas, por lo que es importante saber cuál es el adecuado para usted.
La gasa es una de las telas naturales más livianas disponibles, gracias a los hilos de crepé fuertemente retorcidos que se utilizan para la producción. También es una excelente opción para vestidos y blusas de verano, ya que es suave y liviano, pero extremadamente aireado.
La organza es una tela de mezcla de seda que generalmente se usa para vestidos de novia y de noche porque es increíblemente aireada, transparente y voluminosa. Tiene un brillo muy alto y viene en una amplia gama de colores y patrones.
El satén es otro tipo popular de seda, que a menudo se usa para vestidos de novia y otros atuendos formales porque es increíblemente brillante y lujoso. También es un poco más asequible que la seda, por lo que es una gran opción si quieres sentirte lujoso sin arruinarte.
Si vas a bailar con tu vestido de seda, es esencial usar un sujetador adhesivo confiable y cómodo como Perkies. Sus adhesivos en capas y reemplazables mantendrán tu sostén en su lugar, mientras te mantienen cómoda y segura durante toda la noche.